La psiquiatría infantil se erige como una de las ramas básicas de la salud mental. Esta se dedica a la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales que afectan a niños y adolescentes.
En las consultas de la psiquiatra Teresa Lorenzo Gómez sabemos que, a diferencia de la salud mental en adultos, donde los síntomas suelen ser más explícitos, en la infancia, los trastornos pueden manifestarse de manera más sutil, a través de cambios en el comportamiento, el aprendizaje o las relaciones sociales.
Detección temprana: la clave del éxito
La identificación a tiempo de una enfermedad mental es crucial para un pronóstico favorable. Los signos de alerta pueden variar ampliamente y dependen de la edad del niño y del trastorno específico. Algunos indicadores comunes incluyen:
- Cambios bruscos de humor, pasando de la euforia a la tristeza sin una causa aparente.
- Aislamiento social, evitando interactuar con compañeros o familiares.
- Problemas de concentración y dificultades para prestar atención en la escuela o en otras actividades.
- Cambios en los hábitos alimenticios, con pérdida o ganancia excesiva de peso.
- Problemas de sueño, como insomnio, somnolencia, pesadillas recurrentes…
- Conductas agresivas o autolesivas, con rabietas frecuentes, violencia hacia otros o sí mismo.
- Miedos o ansiedades excesivas, preocupación constante por el futuro.
Es importante destacar que estos síntomas no siempre indican la presencia de un trastorno mental, ya que pueden ser parte del desarrollo normal. Sin embargo, si persisten o interfieren significativamente en la vida del niño, resulta primordial consultar a un especialista.
Tratamiento: un enfoque multidisciplinario
El tratamiento de los trastornos mentales en la infancia suele requerir un enfoque multidisciplinario, que involucre a psiquiatras infantiles, psicólogos, terapeutas ocupacionales y otros profesionales de la salud. Las opciones terapéuticas más comunes incluyen:
- Psicoterapia. Terapia cognitivo-conductual, terapia de juego, terapia familiar, entre otras.
- Farmacoterapia. Medicamentos psiquiátricos, utilizados en combinación con psicoterapia cuando es necesario.
- Intervención educativa. Colaboración con la escuela para adaptar el entorno de aprendizaje a las necesidades del niño.
El papel de la familia
La familia desempeña un papel fundamental en el tratamiento de los trastornos mentales infantiles. Los padres y cuidadores deben estar involucrados activamente en el proceso terapéutico, aprendiendo a manejar los síntomas del niño y a fortalecer su relación con él.
Prevención y promoción de la salud mental
La prevención es una estrategia clave para reducir la incidencia de los trastornos mentales en la infancia. Promover entornos familiares y escolares saludables, fomentar habilidades sociales y emocionales, y detectar y tratar los problemas a tiempo son medidas esenciales.
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