Seguro que en algún momento ha escuchado hablar de la depresión o del trastorno bipolar, pero quizá no sepa que ambos forman parte de un grupo más amplio: los trastornos afectivos. En mi consulta de psiquiatría en Vigo, muchas personas llegan con dudas similares, y lo primero que intentamos hacer es algo muy simple pero esencial: ponerle nombre a lo que les ocurre. Precisamente, es lo que también pretendo hacer a lo largo de este artículo, que le invito a leer con mucha atención para averiguar si, efectivamente, puede necesitar (o alguien que conoce) ayuda especializada.
Claves principales de los trastornos afectivos
Los trastornos afectivos, también conocidos como trastornos del estado de ánimo, se caracterizan por alteraciones profundas en cómo se siente una persona a lo largo del tiempo. No se trata de estar un poco triste un día o especialmente animado otro. Hablamos de emociones que se descontrolan, duran más de lo normal y afectan a la forma de pensar, actuar y relacionarse con los demás.
Trastorno depresivo mayor y trastorno bipolar
De todos los que podemos ver en una consulta de psiquiatría, el más común es el trastorno depresivo mayor, que puede provocar un estado de ánimo bajo continuo, pérdida de interés por las cosas, fatiga, alteraciones del sueño o del apetito, sentimientos de inutilidad y, en algunos casos, pensamientos muy negativos.
Otro trastorno frecuente es el trastorno bipolar, en el que se alternan fases de depresión con periodos de euforia, exceso de energía y conductas impulsivas. También existen formas más leves pero persistentes, como la distimia o el trastorno ciclotímico.
Causas de los trastornos afectivos
Las causas que desencadenan un trastorno afectivo pueden ser variadas: genética, desequilibrios en la química del cerebro, experiencias difíciles, estrés prolongado o una combinación de todo ello. Lo importante es saber que no es una cuestión de carácter ni una señal de debilidad. Son condiciones reales, con nombre y tratamiento.
En mi consulta de psiquiatría de Vigo, lo primero que hacemos es escuchar y entender cómo se siente el paciente. A partir de ahí, se valora la necesidad de tratamiento, que puede incluir medicación, psicoterapia o ambas cosas. La combinación adecuada depende de cada caso y siempre se adapta de forma individual.
Teresa Lorenzo Gómez, su psiquiatra en Vigo para el tratamiento de trastornos afectivos
Hoy en día contamos con herramientas muy eficaces para ayudar a quienes sufren un trastorno afectivo. No es necesario seguir luchando solo ni resignarse al malestar. Con la orientación adecuada, es posible recuperar el equilibrio emocional y volver a disfrutar de la vida con plenitud.
Si cree que puede estar atravesando una situación de este tipo, le animo a dar el primer paso. En cualquiera de las consultas en las que atiendo le recibiré con total confidencialidad, respeto y cercanía. ¡Porque entender lo que nos pasa es el primer paso para empezar a sentirse mejor!